Tabla de contenido
Ahora que el gas y la luz están encareciéndose por días, elegir electrodomésticos eficientes que gasten lo justo y necesario y nos permitan cocinar rápidamente se ha hecho indispensable. La vitrocerámica de inducción es una buena solución.
Qué es una encimera vitrocerámica de inducción
Una vitrocerámica de inducción, encimera vitrocerámica o simplemente vitrocerámica es un electrodoméstico que se sirve de la inducción para cocinar alimentos con gran potencia.
Su diseño es ultraplano y en su superficie de cristal suelen disponer de 3 o 4 focos calóricos de distintos diámetros de que accionan táctilmente desde el mismo cristal.
Bajo el cristal y cada foco de inducción se sitúan bobinas que no generan calor, sino campos electromagnéticos que entran en calor al contacto con un recipiente de material ferromagnético.
Qué es la inducción
La inducción es un fenómeno electromagnético que se basa en los campos magnéticos alternantes que se generan entre el material ferromagnético del recipiente y las bobinas de la placa cuando apoyamos una cazuela o sartén sobre la misma.
Al contacto de la base de la cazuela con la placa encendida, este material ferromagnético se agita, desprendiendo calor para calentar el recipiente.
Los recipientes deben contener un material ferromagnético al menos en la base, por lo que los de aluminio, terracota, cerámica, vidrio o cobre no pueden utilizarse con este tipo de cocinas.
Pros
Este tipo de cocinas tienen muchas ventajas:
- La inducción es muy rápida en calentarse y por tanto un tiempo de respuesta rápido.
- El chorro de calor se adapta justo al diámetro del recipiente, sin desbordarse.
- Tienen menores pérdidas de calor (eficiencia energética).
- Son ultraplanas y de una bonita estética.
- Queman al tacto, pero solo con el calor residual del recipiente, y en la superficie de su diámetro. Si dejas papel o un trapo sobre la misma se calentará, pero no arderá (no entra en combustión).
Cons
Entre las desventajas tenemos:
- Su precio suele ser superior al de una cocina tradicional de gas, pero compensa por la eficiencia energética que obtienen a medio plazo.
- Tienen potencias muy altas que pueden consumir mucha luz.
- El cristal de la placa es frágil y se puede rajar en caso de caer un objeto sólido sobre la misma.
- No funcionan con cacerolas de barro, cerámica, vidrio o cobre (no fomentan la generación del campo electromagnético que las de metal sí logran).
Alternativas
La alternativa a este tipo de placas que funcionan con electricidad la tenemos en fuentes de energía alternativas como:
- Cocinas de gas: ya sea gas natural o gas butano, las cocinas de gas funcionan con quemadores de distinto diámetro, igual que la «vitro». Una llave situada en el frontal regula la intensidad de gas a consumir y por tanto del chorro de calor que se aplica a la base de la sartén o cazuela.
- Cocinas de leña: son las más antiguas y originales. En su base poseen un depósito donde arde leña, calentando elementos de hierro que cogen temperatura a medida que la leña en su interior se va consumiendo.
Tipos de vitrocerámicas
Dentro de esta categoría genérica hay dos tipos de placa vitrocerámica que debes distinguir. Sobre todo, si solo miras el precio: las placas vitrocerámicas radiantes (de resistencia) y las vitrocerámicas de inducción.
La vitrocerámica con placa radiante, placa de cocción u hornillo eléctrico sigue siendo una cocina eléctrica. Pero funcionan con una resistencia eléctrica que calienta toda la superficie del quemador sobre el que se situará la cacerola.
Estéticamente, son pequeñas, algo aparatosas y no tienen la misma potencia calorífica. Ni la misma rapidez ni potencia de generación de calor que las de inducción. Es decir, que necesitan más tiempo para alcanzar la temperatura de servicio óptima.
Por su parte, y como hemos visto, las vitrocerámicas de inducción son extraplanas. Y funcionan por el fenómeno físico electromagnético de la inducción, que no tiene nada que ver con las resistencias de las placas normales.
Estas calientan solamente la superficie del cazo que se pone sobre ellas, apagándose en cuanto se retira el mismo. Por tanto, son mucho más rápidas, seguras y eficientes para cocinar.
Potencias más comunes
Las vitros de inducción suelen disponer de distintas potencias en función del diámetro de cada foco. Esta se mide en kilovatios (kW).
El indicador de potencia que verás en su etiqueta será el máximo disponible funcionando todos sus focos a la vez y al máximo de potencia.
Por ejemplo, una placa de inducción con 3 focos de cocción puede disponer de un foco con 2,4 kW, un segundo foco con 2,2 kW y un tercero con 1,4 kW. Entre los tres, y al máximo de potencia, esta placa consumiría 6 kW.
