A veces, en nuestros hogares no concedemos a los felpudos la importancia que se merecen. Al fin y al cabo, son ellos lo primero que ven los visitantes que llegan a casa. La primera impresión, que todos queremos que sea buena. Además de eso, el felpudo es la primera línea de defensa de tu hogar contra la suciedad que llega del exterior en las suelas de botas y zapatos.
Curiosamente, a pesar de su innegable función higiénica y de protección (son imprescindibles si tenemos en casa suelos de madera o parqué), casi todo el mundo que recurre a los felpudos lo hace por su valor estético. Y la verdad es que quedan preciosos en la puerta de entrada. Un detalle acogedor y alegre que también puede ser elegante.
Tamaño y materiales
¿Cómo elegir el felpudo perfecto para tu casa? Además del diseño y la forma, es muy importante escoger una alfombrilla que tenga el tamaño y los materiales adecuados.
Con respecto a lo primero, en una entrada de una casa al uso, quedará bien tanto una alfombra rectangular como una ovalada. Siempre que no sean exageradamente grandes, claro. Los expertos aseguran que la longitud ideal es el 80% del ancho de la puerta.
El material idóneo depende de si vamos a colocar el felpudo en la parte exterior de la puerta de entrada o en la interior, es decir, dentro de la casa. Un material acrílico con respaldo de vinilo o goma es sin duda lo mejor para un felpudo interior. Ten en cuenta que cuanto más oscuro sea el color, mejor «disimulará» la suciedad.
Los felpudos para exterior suelen estar hechos de goma. Si vives en el campo o el acceso de casa se hace a través de un jardín, conviene colocar una rejilla debajo de ellos.
Felpudos: mil y un diseños
Hay tantos diseños de felpudos diferentes que elegir uno se convierte en un asunto bastante complicado. Un consejo: antes de comprar hay que pensar en cómo está decorada nuestra casa o cómo queremos que sea su aspecto. He aquí una breve visión general sobre todo lo que podemos encontrar:
Lisos, con diseños a rayas o patrones geométricos. Son los más clásicos, por lo tanto siempre quedan bien. Sin embargo, muchos los consideran aburrido, habiendo tanto donde escoger.
Con mensaje. Los más habituales son los de bienvenida, un anuncio de hospitalidad. Sin embargo, hay felpudos con textos y mensajes muy originales, algunos muy atrevidos y graciosos.
Semicirculares. Si bien son más apropiados de puertas para adentro, su resultado estético es incuestionable. Una nota de originalidad para la entrada de tu casa.
Multicolores. Porque no hay mejor recibimiento para quienes vienen a tu casa (o para uno mismo) que una bienvenida a la puerta de casa llena de color y alegría.
¿Cómo se limpia un felpudo?
Un felpudo limpio será más eficaz, atrapando más polvo y suciedad y escombros. Por eso es importante limpiarlo con regularidad. Si se trata de simples alfombrillas de interior, será suficiente con agitarlas bien de vez en cuando y una pequeña pasada con la aspiradora.
Sin embargo, si los felpudos están muy sucios, hay que lavarlos a conciencia. Podemos hacer servir el chorro de agua de una manguera y jabón líquido. Hay que frotar a fondo, enjuagar y después dejarlos secar. Es mejor no colocar el felpudo de nuevo en su lugar hasta que la humedad no se haya ido por completo.
Y aunque la limpieza es buena, hay que tener claro que los felpudos no duran para siempre. Debido al desgaste que sufren por su uso, transcurrido cierto tiempo perderán su aspecto y su textura originales. Cuando estén viejos hay que pensar en reemplazarlos y tal vez elegir un diseño diferente y divertido.