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Con el paso del tiempo, los muebles y objetos viejos se pueden llegar a convertir en encantadoras antigüedades, piezas ideales que nos evocan otras épocas y que pueden vestir nuestro hogar con un estilo único y fascinante. Ese es el secreto del éxito de la decoración vintage.
¿Qué es vintage?
A menudo se producen confusiones a la hora de definir con exactitud qué es «lo vintage». Se suele confundir este tipo de decoración con el estilo retro o, simplemente, se le clasifica en la categoría de cosas viejas.
El término vintage (adaptación inglesa de la palabra vendange, que en francés se traduce como «vendimia» o «cosecha») es utilizada para referirse a aquellas prendas, muebles o accesorios que han sobrevivido más de veinte años para pasar a ser considerados como clásicos apreciados. Un ejemplo: el baúl que hemos rescatado de casa de la abuela y que ahora decora nuestro dormitorio.
La gran diferencia entre el estilo vintage y el retro es que este último está basado en muebles y objetos de creación reciente, aunque inspirados estéticamente en épocas anteriores. En cambio, la época de lo vintage se situaría de este modo entre principios y finales del siglo XX.
Decoración vintage para el salón
Un mueble vintage puede transforma por completo el salón de casa. Sin embargo, hay que evitar acumular demasiados, o la habitación acabará convertida en una especie de extraño trastero. Lo ideal es combinar elementos vintage con otros más modernos, logrando así el deseado equilibrio.
Algunas ideas interesantes para un salón podrían ser una gran lámpara de araña, un tapiz, algunos cuadros o un emblemático sofá chéster, por ejemplo, capaz de llenar todo un living room con su presencia. No importa el tamaño de la habitación, lo importante es saber elegir qué vamos a poner en ella.
El encanto de una cocina vintage
Los expertos afirman que la cocina es sin duda el lugar de la casa donde una decoración vintage luce de forma más visual y estética. Tomando como base una cocina donde predominen los colores blancos y crudos, se pueden integrar maravillosamente muebles como una vitrina tradicional o una alacena. Todavía mejor si son decapados en blanco.
Pero es la mesa el elemento que más va a destacar en una cocina vintage, siempre que haya suficiente espacio para disponer de una zona de comedor en ella. Ella puede convertirse en el centro de todas las miradas. Como último toque, ¿por qué no añadir algunos cuadros en las paredes? Bodegones o pinturas con motivos relacionados con el mundo gastronómico como frutas, bebidas, etc.
Con este tipo de decoración, nuestra cocina seguirá siendo un espacio moderno y funcional, pero dotado al mismo tiempo de una atmósfera más elegante y acogedora.
Decoración vintage para un dormitorio
Lo vintage nos permite también dar un toque romántico a nuestros dormitorios, siempre que apostemos por la sobriedad. Hay que huir de ambientes demasiado recargados, especialmente en estas habitaciones. Las opciones pueden ser de lo más variado: un cabecero de cama de hierro forjado, un tocador, un viejo espejo de pared rescatado de algún mercadillo o tienda de segunda mano…
Si para la cocina y el salón destacábamos la importancia de las paredes blancas y despejadas, aquí hay que mencionar el magnífico resultado que ofrecen los papeles pintados estampados (siempre como una opción más a valorar).
Por último, para completar nuestra decoración vintage de dormitorio podemos recurrir a numerosos complementos y accesorios: flores, relojes, espejos, cojines… La imagen de arriba nos ofrece algunas interesantes pistas.