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Tencel es el nombre por el que es conocida popularmente la fibra artificial celulósica Lyocell. Como sucede con otros muchos productos, el éxito de esta marca comercial ha conseguido que su nombre sea identificado con el del producto.
Pero, ¿qué es exactamente el tencel? ¿Qué hace que este tejido sea diferente y tan valorado? Lo primero que hay que destacar es que se trata de una fibra que se puede obtener a partir de la celulosa de madera del eucalipto (la mayoría de las veces), aunque también de otros árboles como el pino, la haya o el abeto. Es, por tanto, una fibra cien por cien natural y un material biodegradable. En suma, una elección respetuosa con el medio ambiente.
Una de las características más destacadas del tejido tencel es que ofrece un acabado muy suave y sedoso. Esto le hace particularmente indicad para confeccionar prendas de vestir y ropa de cama.
Origen del Tencel
El tencel surgió de la necesidad de encontrar un material que pudiera sustituir al tejido de rayón o viscosa, en cuya producción se emitía disulfuro de carbono, un elemento tóxico tanto para los trabajadores como para el medio ambiente.
De esta manera, en el año 1972 fue desarrollada en Estados Unidos la primera fibra lyocell, cuya producción se fue perfeccionando y generalizando en las décadas posteriores.
Ventajas y desventajas del tencel
Las características propias del tencel suponen muchas ventajas, aunque también pueden presentar ciertos inconvenientes que es conveniente conocer:
Ventajas
- Es muy resistente y elástico.
- Su tacto es suave y sedoso.
- Es un tejido cómodo, ligero y transpirable, indicado para pieles sensibles.
- Absorbe la humedad mejor que el algodón
- Tiene propiedades antibacterianas.
- Por último, aunque no menos importante, hay que recordar que es un tejido sostenible.
Desventajas
- Es muy sensible a los cambios de temperatura, por lo que a la hora de lavarlo hay que seguir estrictamente las normas y recomendaciones.
- Debido al diseño de sus microfibras, es un tejido frágil que puede romperse si se le somete a estirones y fricciones.
- El precio del tencel es más caro que el del algodón.
Ropa de cama de tencel: descanso asegurado
Por todo lo mencionado anteriormente, se puede deducir que el tencel es una excelente opción para nuestra ropa de cama. El material ideal para nuestras sábanas, fundas de almohadas, etc. Sobre todo, hay que destacar la ventaja que puede suponer contar con un protector de colchón de tencel y fundas bajeras de este material.
Protectores y cubrecolchones
Los protectores de tencel son impermeables, transpirables y absorbentes, características que favorecen un mejor descanso. Además, son especialmente eficaces para tener a raya a ácaros, hongos y bacterias, es decir, que nuestras horas de sueño tendrán también un componente higiénico.
Algunos modelos incorporan también micro-cápsulas para regular nuestra temperatura corporal o bien óxido de zinc para proteger las pieles más sudorosas.
Sábanas bajeras
Las mismas características se pueden encontrar en las fundas para almohada y en las sábanas bajeras. Estas últimas a menudo cumplen una doble función: sábana y protector. Estas sábanas se adaptan perfectamente a cualquier tipo de colchón, ofreciendo al mismo tiempo una suave y agradable sensación al tacto.
