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Hay un elemento que no puede faltar en la cocina de todo buen amante del vino: el sacacorchos. Tan sencillo y tan importante, pues no existe ningún instrumento tan preciso para descorchar una botella.
El sacacorchos o descorchador empezó a ser usado en la Inglaterra del siglo XVII y se popularizó rápidamente en toda Europa cuando las bodegas de vino empezaron a usar un corcho para sellar sus botellas. Esta solución garantizaba que no se derramara ni una gota de líquido y al mismo tiempo permitía almacenar las botellas en horizontal.
Los primeros sacacorchos en forma de «T», que todavía se usan hoy en día, fuer evolucionando con el tiempo, siempre en busca de la forma más rápida y sencilla de descorchar la botella.
Actualmente existe una variedad enorme, estos son los modelos más utilizados:
Tipos de sacacorchos
En forma de «T»
Es el modelo más primitivo. Su uso no tiene grandes secretos: hay que aplicar la fuerza bruta para que la espiral metálica entre en el corcho y después tirar con fuerza hacia afuera.
De dos tiempos
Es el abrebotellas más utilizado en el mundo de la hostelería. Como su nombre indica, se usa con dos movimientos: en el primero se enrosca la espiral en el corcho; en el segundo, se extrae haciendo palanca con la pieza de apoyo.
Existe una variante llamada pulltap que añade una segunda pieza de apoyo, asegurando así que los corchos viejos no se deshagan durante el descorchado.
De alas
También llamado sacacorchos «de mariposa». Aunque hay que aplicar fuerza para insertar la espiral, el trabajo de extraer el corcho es mucho más simple: solamente hay que empujar las dos alas hacia abajo y la botella quedará abierta en un segundo.
De palanca o screwpull
Es un modelo todavía más sofisticado. Consta de dos piezas que abrazan el cuello de la botella y fijan la espiral metálica directamente sobre el corcho. Según el modelo, también puede ser un cilindro.
Casi no requiere fuerza para utilizarlo, pues la palanca se puede desplazar apenas ejerciendo presión con un dedo. Con el primer movimiento de palanca se introduce la espiral en el tapón; con el segundo se descorcha. Sin esfuerzo y en cuestión de segundos, la botella está lista para ser servida.
Otros tipos de sacacorchos manuales
Otro tipos de sacacorchos menos frecuente es el de láminas o lengüetas, denominado también sacacorchos «de mayordomo», que permite extraer e introducir de nuevo el tapón en la botella sin que éste se rompa.
También existen sacacorchos de aire comprimido. Su mecanismo se basa en perforar el corcho para introducir aire en al botella y obligar al tapón a salir mediante la presión. No es un sistema muy apreciado por los amantes del vino, que sostienen que esta técnica puede alterar su sabor y sus propiedades.
Sacacorchos eléctricos
Los modelos anteriores se pueden englobar dentro de la familia de los sacacorchos manuales, pues su funcionamiento se basa en la simple aplicación de la fuerza y de principios básicos de la física.
Sin embargo, para que la operación de descorchado sea aún más rápida y sencilla (y de paso para evitar accidentes y manchas de vino en la ropa), en el mercado hay muchos y muy prácticos sacacorchos eléctricos.
Casi todos estos sacacorchos cuentan con baterías eléctricas recargables que permiten decenas de descorchados con una sola carga. Disponen de una serie de accesorios como base de recarga con salida USB para conectar el cable a un enchufe, tapones de aluminios, iluminación LED o escanciadores.
El funcionamiento de los sacacorchos eléctricos no tiene ningún secreto. Su forma exterior es similar a la de algunos screwpull. La única diferencia es que en lugar de accionar la palanca basta con pulsar el botón dos veces: una para ensartar el tapón y otra para extraerlo.