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En los últimos tiempos los suelos cerámicos se han convertido en tendencia dentro del mundo del interiorismo. Este tipo de revestimiento para suelos se distingue del gres de los azulejos de baño y cocina por su capacidad de resistencia y su durabilidad. Además, se puede usar tanto en interiores como en exteriores.
En este post vamos a analizar cómo son estos suelos, qué tipos hay y cuáles son sus ventajas. En definitiva, todo lo que hay que saber antes de tomar la decisión de ponerlos en casa.
¿Qué es el suelo cerámico?
Las baldosas cerámicas se fabrica con arcillas de varios tipos, unas llamadas «blancas» y otras rojas y marrones. Se fabrican con una sola cocción, lo que da como resultado piezas compactas, resistentes al agua, a la humedad y a los cambios bruscos de temperatura. Además, su mantenimiento es muy sencillo.
Estas características hacen que los suelos cerámicos sean ideales para terrazas, balcones y espacios exteriores. Sin embargo, también nos brindan un gran resultado estético en otras habitaciones del interior de una casa.
Tipos de suelos cerámicos
Hay dos grandes grupos de suelos cerámicos, cada uno con una serie de características propias que los hacen más o menos adecuados para espacios dentro o fuera del hogar.
- Suelo porcelánico, es antideslizante y menos poroso. Perfecto para exteriores.
- Suelo cerámico de pasta roja. Tiene una composición algo menos dura y puede presentar un acabado brillante o mate.
Al tratarse de un material muy versátil, estas baldosas pueden quedar buen en casi cualquier rincón de la casa: cocina, cuarto de baño, dormitorio…
Principales ventajas
Entre las muchas ventajas que ofrece este tipo de suelos destacamos las siguientes:
- Es fácil de instalar, ya que se adhiere bien a toda clase de cementos.
- En algunos casos se puede usar también para revestir paredes.
- Encontramos una gran variedad de tamaños y acabados: esmaltados, pulidos, de superficie lisa o rugosa…
- Desde el punto de vista puramente estético, los suelos cerámicos aumentan la sensación de luminosidad y amplitud. También se prestan a añadir dibujos y cenefas.
- Hay diseños que imitan otros materiales más caros como la piedra, el mármol, el granito o la madera.
- Su mantenimiento es muy sencillo. Estos suelos se pueden fregar con cualquier producto de limpieza doméstico.
Precios
¿Cuánto cuestan los suelos cerámicos? La respuesta, como es lógico, va a depender de diversos factores: el tamaño de la habitación, el formato, la calidad y el acabado de las baldosas, así como del fabricante. En general, el precio orientativo de estos suelos se mueve entre los 20 y los 100 euros por metro cuadrado.
Un último consejo antes de comprar: siempre es conveniente adquirir en torno a un 10% más de material. Las razones son simples: en primer lugar, porque es inevitable que se rompan algunas piezas durante la instalación; por otro lado, es bueno contar con una reserva en caso de obra o rotura para poder sustituir las baldosas dañadas por otras de la misma partida. Si ha pasado cierto tiempo, es imposible encontrar exactamente el mismo diseño y tono cromático.
Cómo instalar suelo cerámico paso a paso
Para conseguir el mejor resultado, lo más aconsejable es siempre acudir a instaladores profesionales. Sin embargo, si te atreves a hacerlo tú mismo en casa, no olvides seguir estas normas básicas:
- Antes de empezar, hay que nivelar el pavimento con un mortero de nivelación.
- Una vez hecho esto, hay que colocar las baldosas siguiendo la técnica del doble encolado (es decir, aplicar una capa fina de mortero-cola o pasta adhesiva tanto en el dorso de la baldosa como en el suelo). El doble encolado evita que se formen bolsas de aire.
- Las baldosas deben empezar a colocarse a partir de una de las paredes e ir avanzando hacia el resto de la habitación. Los huecos restantes se rellenan con baldosas cortadas.
- Es conveniente aplicar crucetas y separadores entre las baldosas, para que mantengan su posición mientras se seca la cola.
- Hay que dejar un tiempo de secado de 24 horas. Después, se rellenan las juntas con pasta.
- Por último, solo queda limpiar las manchas de cola o cemento de las baldosas con un limpiador adecuado
