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En una mesa perfecta, además de una buena vajilla y los cubiertos correctos, es fundamental disponer de varios tipos de copas adecuados a las bebidas que se vayan a servir durante la comida o la cena.
Se podría decir que existen tantos tipos de copas como de bebidas. Nadie cuenta con tanto espacio en casa para guardar tanto cristal, así que lo más lógico y práctico es tener el equipamiento básico, que podremos usar para las bebidas clásicas, más algunos modelos de copa especiales o más específicos.
Copas básicas
Los tipos de copas que o pueden faltar en casa son las llamadas copas básicas: la copa de agua, la copa de vino tinto y la copa de vino blanco. El resto son opcionales.
Copa de agua
En una mesa elegante con todas las copas dispuestas, la copa de agua de diferencia de las demás por su mayor tamaño y por su forma algo más ancha y redondeada.
Copa de vino tinto
Es casi tan alta como la copa de agua, pero con la boca más estrecha, a fin de que los aromas del vino se conserven durante más tiempo dentro de ella.
Copa de vino blanco
Su forma es muy parecida a la de la copa para vino tinto, aunque su tamaño es menor y su boca todavía más estrecha.
Copas de aperitivo
El aperitivo es la antesala de una buena comida o cena, así que la primera impresión es muy importante. Esta copas aportan siempre un toque de distinción.
Copa de cóctel
También conocida como «copa de Martini». Tiene forma de cono invertido y es perfecta para servir un vermut o cualquier combinado (con o sin alcohol) antes de sentarse a la mesa.
Copa de jerez
Con la misma forma que la copa de vino blanco, aunque más pequeña y ligeramente aflautada, es decir, con forma de cilindro estilizado. Se usa para servir vino de jerez, fino, amontillado o cualquier otro vino de aperitivo.
Copas de sobremesa
Estos tipos de copas son conocidos también como copas de postre o copas de brindis. Sea cual sea su nombre y su forma, su objetivo es básicamente el mismo: poner punto final a un agradable banquete.
Copa de cava (de champagne)
La forma de la copa de champán ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Los modelos clásicos de boca ancha y poco profunda dejaron de usarse hace algunas décadas.
Los modelos actuales son diferentes: son copas estilizadas y estrechas, lo cual permite que las burbujas del cava o vino espumoso se mantengan durante más tiempo. Hay dos estilos predominantes:
- Copas de tulipa, con fondo estrecho y boca más ancha.
- Copas flauta, también llamadas copas venecianas, cinlíndricas y estrechas.
Copa de coñac
También conocida como «copa balón», por su peculiar forma redonda. Se usa para servir bebidas de sobremesa de alta graduación como el brandy, el armagnac o el coñac, en las que el aroma juega un papel importante.
Copitas de licor
Hay muchos modelos y formas, pero todos ellos comparten una característica común: su pequeño tamaño. Los famosos vasos de chupito son perfectos para un ágape informal, pero en una mesa más distinguida es mejor servir verdaderas copas para los licores que acompañan el café.
Copas para combinados
Por último hay que mencionar las copas destinadas a servir bebidas largas después de una comida o cena de un día festivo: gin tonic, ron con cola, etc. No existe un modelo estándar, pero en general se trata de copas grandes y abombadas. Para los cócteles sin alcohol en cambio son más recomendables tipos de copa más estilizados.
Mención aparte en este apartado para el clásico vaso de whisky, que cuenta con unas características bien definidas: boca ancha y cristal grueso.