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Los plafones son una interesante opción para la iluminación de casa, especialmente para esas habitaciones más pequeñas a las que queremos dar un aspecto más amplio.
El plafón ofrece el mismo resultado lumínico que una lámpara clásica, pero cuenta con la gran ventaja de ocupar menos espacio, ya que se instala a ras de techo. Es una solución estéticamente muy limpia, donde el cableado queda oculto y en la que se prescinde de los aparatosos ornamentos de las lámparas tradicionales.
En el mercado se puede encontrar una gran variedad de modelos y diseños, perfectamente combinables con el estilo de decoración de cada hogar.
Además, en los modelos más modernos de plafones se pueden incorporar bombillas LED, con el consiguiente ahorro de energía que eso supone. También pueden funcionar con bombillas fluocompactas y halógenas.
Ventajas de los plafones para iluminar una habitación
Básicamente, las ventajas de los plafones para la iluminación de una casa se pueden resumir en tres grandes aspectos:
- Ahorro de espacio. Su forma compacta y lisa se adapta a la línea del techo. Así, en comparación con las típicas lámparas colgantes, el espacio sobre nuestras cabezas queda más despejado. Donde más se refleja esta ventaja es en los cuartos de baño, generalmente más pequeños que cualquier otra estancia de la casa.
- Diferentes formas y estilos: hay plafones redondos, cuadrados, cilíndricos, etc. Gracias a sus variados diseños (desde sencillos puntos de luz hasta composiciones artísticas) se adaptan perfectamente a cualquier estilo de decoración: moderno, clásico, infantil, rústico, etc.
- Opciones de personalización: muchos modelos ofrecen la posibilidad de configurar el plafón y adaptarlo a tus propios gustos, regulando la intensidad de la luz o instalándolo en la pared o el techo, por ejemplo.
Tipos de plafones
En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de plafones según su forma de instalación, color y textura. Cada uno de ellos aporta un toque estético y una confort lumínico diferente.
Plafones adosados o integrados
Se encuentran encajados o pegados en el techo, dando la impresión de que formar parte de él. En otras palabras, nos ofrecen la sensación visual de que una parte del techo es una lámpara.
Este tipo de plafones son muy utilizados en los techos de oficinas y lugares de trabajo, aunque también quedan perfectos en el techo de una cocina o una sala de estar.
Plafones suspendidos
A medio camino entre los plafones adosados y las lámparas colgantes, este tipo de plafones sobresalen de la línea del techo quedando «colgados» de él. La variedad de diseños es aquí mucho más amplia que en el caso de los adosados.
Por ejemplo, en los diseños de plafones suspendidos pueden entrar en juego diversos materiales además de los plásticos y similares usados para cubrir las bombillas distribuir la luz.
Se pueden encontrar plafones con elementos de madera, cristal, metal o cerámica, más o menos recargados. También sus formas van más allá de las simples estructuras cuadradas o redondas de los plafones integrados.
Ideas y consejos para acertar en la compra de plafones
A la hora de elegir los plafones que van a iluminar los techos de las habitaciones de tu casa, es importante tener en consideración ciertos aspectos:
Ahorro y consumo
Hay que saber con qué bombillas funciona y los vatios que consume el modelo que quieres instalar. En este sentido, los plafones con tecnología LED son una opción muy interesante: iluminan más y suponen un importante ahorro en tu factura de electricidad.
Tamaño y distribución de los plafones
Este es un elemento más importante de lo que parece: si es demasiado grande tendremos un exceso de luz en la habitación, algo tan incómodo como inútil; por otra parte, si nos quedamos cortos la habitación quedará triste y mal iluminada.
Actualmente está muy de moda jugar con la iluminación: colocar varios plafones en lugar de uno solo por todo el espacio de la habitación, alternar grandes con otros más pequeños, combinar distintos grados de luminosidad, etc.
Tipos de luz
Existen algunos modelos que, gracias al control de temperatura, permiten variar entre tres tipos de luz: cálida, fría o neutra. Podremos optar por cada uno de ellos según el momento del día o la época del año, a nuestro gusto.
En general, para conseguir una buena iluminación en cualquier estancia, lo más recomendable es elegir un modelo que aporte unos 1.600 lúmenes de luz como mínimo y con un mínimo de dos bombillas.
Instalación
Los modelos de plafones suspendidos son relativamente faciles de colocar. Cualqueira con un poco de maña puede hacerlo en casa.
En cambio, en el caso de plafones adosados o integrados será necesario hacer una modificación en el techo que puede suponer un pequeño trabajo de albañilería.
Para evitar chapuzas lo mejor es recurrir a los servicios de un instalador profesional. En todo caso ese gasto valdrá la pena: el resultado quedará visualmente más atractivo y tendremos un plafón de luz liso y fácil de limpiar.
Estética y funcionalidad
Sin duda es imortante elegir un plafón cuyo diseño sea agradable y combine bien con la decoración de nuestro hogar. Por suerte, la oferta en el mercado es tan grande como variada, con modelos especialmente creados para habitaciones infantiles, para lugares de trabajo, etc.
Sin embargo, no esta de más fijarse en la versatilidad de ciertos plafones y sus funciones adicionales. Entre las más destacadas hay que mencionar los plafones dotados de sensor de movimiento (se encienden automáticamente cuando entramso en la habitación), con altavoces integrados y mando a distancia para reproducir música de cualquier dispositivo de la casa, y los plafones con ventilador integrado, para refrescar el dormitorio en los meses de verano.