Tabla de contenido
Contar con una vajilla completa es algo indispensable en cualquier hogar, tanto para su uso diario como para los días en los que tenemos invitados . Por eso es importante conocer todos y cada uno de los tipos de platos que existen, así como saber cuál es su función, su uso y su lugar en la mesa.
La cosa se complica a la hora de elegir: ¿Qué vajilla comprar? Para guiarte en tu elección, hemos preparado esta pequeña guía práctica:
Tipos de platos
La vajilla clásica se compone de: platos llanos, hondos y de postre, Pero además hay otras piezas imprescindibles que no deben faltar en una mesa elegante como soperas, salseras y otros.
Platos llanos
Su diámetro oscila entre 21 y 25 cm. Aunque en el mercado los podemos encontrar de las más variadas formas (cuadrados, triangulares, de contorno irregular, etc.), los más usados y prácticos son los redondos.
Platos hondos
Básicamente son del mismo tamaño que los platos llanos. La única diferencia radica en su concavidad, ya que su función básica es servir en ellos sopas y cremas.
Mención aparte en esta categoría para las tazas de consomé, más cóncavas que un plato hondo normal. Se colocan sobre un plato mediano y suelen contar con dos asas para sujetarlas a la hora de beber su contenido.
Platos de postre
Generalmente, los platos de postre son una versión reducida de los platos llanos, con un tamaño entre 14 y 20 cm de diámetro y forma redonda. No obstante, también se pueden encontrar en muchas y variadas formas.
Soperas, salseras y fuentes
La vajilla clásica se completa con los siguientes elementos:
- Sopera para servir caldos, sopas, consomés y otras comidas fundamentalmente líquidas. Puede tener asas o no.
- Salsera. Como indica su nombre, se usa para contener salsas que cada comensal puede servir a su gusto. Suele tener forma alargada, con un asa y un pico para verter su contenido en el plato.
- Fuente. Puede ser más o menos cóncava, de forma elíptica o redonda. Sobre ella se deposita la comida en el centro de la mesa para ser después servida en cada uno de los platos.
Otros tipos de platos
Aunque no son indispensables, una buena vajilla puede contar con otras piezas adicionales tan útiles como cuencos, bajoplatos o platos de presentación, ensaladeras, platos con diseños especiales para servir espárragos, platillos para el pan, juegos de té o café, etc.
Consejos útiles para comprar platos de mesa
Antes de lanzarte a comprar tu vajilla, es importante tener algunas ideas claras para acertar con la elección. Presta atención a los consejos que te brindamos:
Tamaño ideal y número de servicios
Antes de dejarse seducir por una vajilla espectacular con platos enormes como los que se usan en los restaurantes de vanguardia, hay que tomar algo de tiempo para medir el espacio disponible en casa.
Esto es fundamental para evitar desagradables sorpresas como que los tipos de platos que hemos comprado no nos quepan en los armarios de la cocina o en el lavavajillas.
También es importante el número de servicios con el que debemos contar. Por defecto, una vajilla estándar consta de piezas para doce personas, pero lo más prudente es disponer de más para sustituir los platos que se rompen (nada da peor imagen que una mesa puesta con platos de diferentes vajillas) o para no quedarnos cortos en una una ocasión especial con un gran número de invitados.
Materiales y colores
Sin duda, la porcelana sigue siendo el material perfecto, más resistente y duradero que el gres o la loza. Eso no quiere decir que para ocasiones o usos especiales no podamos tener en casa platos o tazas de otros materiales (aluminio, madera, etc).
Por otra parte, en la elección de los colores juega un papel importante el gusto de cada cual. En todo caso, el blanco resultará siempre la opción más limpia y versátil, pues combina perfectamente con otros colores y tonalidades.
Aunque puedes tener varias vajillas de diferentes colores en casa, la clásica vajilla blanca de porcelana esmaltada nunca debe faltar en un hogar.
Tipos de platos que necesitamos
Hay tantos tipos de vajilla como personas. Lo ideal es tener en casa vajillas con diferentes tipos de platos, formas y colores que reflejen nuestra propia personalidad y al mismo tiempo respondan a nuestras necesidades. Por ejemplo, que casen bien con el estilo de la mesa, el mantel, la decoración de la casa, etc.
No hay que olvidar tampoco que los platos combinen bien con los cubiertos que les van a acompañar.
En cuanto a funcionalidad, tres de los tipos de platos mencionados en el apartado anterior son fundamentales: llanos, hondos y de postre. A partir de ahí, cuanta más variedad, mejor.